14. «¡Tráiganlos vivos!», gritó Jehú a sus hombres. Así que los capturaron, cuarenta y dos en total, y los mataron junto al pozo de Bet-eked. No escapó ninguno.
15. Cuando Jehú salió de allí, encontró a Jonadab, hijo de Recab, quien venía a su encuentro. Después de saludarse, Jehú le dijo:—¿Me eres tan leal como yo lo soy contigo?—Sí, lo soy —contestó Jonadab.—Si lo eres —dijo Jehú—, entonces estréchame la mano.Jonadab le dio la mano y Jehú lo ayudó a subirse al carro.
16. Luego Jehú le dijo:—Ven conmigo y verás lo dedicado que soy al Señor.Y Jonadab lo acompañó en su carro.
17. Cuando Jehú llegó a Samaria, mató a todos los que quedaban de la familia de Acab, tal como el Señor había prometido por medio de Elías.