37. Entonces Saúl le preguntó a Dios:—¿Debemos perseguir a los filisteos? ¿Nos ayudarás a derrotarlos?Pero Dios no respondió ese día.
38. Entonces Saúl les dijo a los líderes:—¡Algo anda mal! Que vengan aquí todos los comandantes de mi ejército. Debemos descubrir qué pecado se ha cometido hoy.
39. Juro por el nombre del Señor, quien rescató a Israel, que el pecador morirá, ¡aun si fuera mi propio hijo Jonatán!Pero nadie se atrevía a decirle cuál era el problema.
40. Entonces Saúl dijo:—Jonatán y yo nos pondremos aquí, y todos ustedes se pondrán allá.Y el pueblo respondió a Saúl:—Lo que mejor te parezca.