11. Pues cuando mueras y te reúnas con tus antepasados, levantaré a uno de tus descendientes, a uno de tus hijos, y fortaleceré su reino.
12. Él es quien edificará una casa —un templo— para mí, y afirmaré su trono para siempre.
13. Yo seré su padre, y él será mi hijo. Nunca le retiraré mi favor, como lo retiré de quien reinó antes de ti.