9. No haya en ti dios ajeno, Ni adores a dios extranjero.
10. Yo, el Señor, soy tu Dios, Que te saqué de la tierra de Egipto; Abre bien tu boca y la llenaré.
11. Pero Mi pueblo no escuchó Mi voz; Israel no Me obedeció.
12. Por eso los entregué a la dureza de su corazón, Para que anduvieran en sus propias intrigas.