10. Alégrense con Jerusalén y regocíjense por ella, todos los que la aman; Rebosen de júbilo con ella, todos los que por ella hacen duelo,
11. Para que mamen y se sacien del pecho de sus consolaciones, Para que chupen y se deleiten de su seno abundante.
12. Porque así dice el Señor: "Yo extiendo hacia ella paz como un río, Y la gloria de las naciones como torrente desbordado. Y ustedes mamarán, serán llevados sobre la cadera y acariciados sobre las rodillas.
13. Como a uno a quien consuela su madre, así los consolaré Yo; En Jerusalén serán consolados."