8. Pero ahora, por un breve momento, ha habido misericordia de parte del Señor nuestro Dios, para dejarnos un remanente que ha escapado y darnos un refugio en Su lugar santo, para que nuestro Dios ilumine nuestros ojos y nos conceda un poco de vida en nuestra servidumbre.
9. Porque siervos somos; pero en nuestra servidumbre, nuestro Dios no nos ha abandonado, sino que ha extendido Su misericordia sobre nosotros ante los ojos de los reyes de Persia, dándonos ánimo para levantar la casa de nuestro Dios y para restaurar sus ruinas, y dándonos una muralla en Judá y en Jerusalén.
10. "Y ahora, Dios nuestro, ¿qué diremos después de esto? Porque hemos abandonado Tus mandamientos,
11. que por medio de Tus siervos los profetas nos ordenaste: 'La tierra a la cual ustedes entran para poseerla es una tierra inmunda con la impureza de los pueblos de estas tierras, con sus abominaciones que la han llenado de un extremo a otro, y con su impureza.