1 Corintios 3:7-11 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

7. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.

8. Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa (su propio salario) conforme a su propio trabajo.

9. Porque nosotros somos colaboradores en la labor de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio de Dios.

10. Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.

11. Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.

1 Corintios 3