Salmos 18:2-9 Nueva Biblia al Día (NBD)

2. El SEÑOR es mi fortaleza, mi roca y mi salvación; mi Dios es la roca en la que me refugio. Él es mi escudo, el poder que me salva.

3. Basta que clame a él para ser librado de todos mis enemigos: ¡Alabado sea el SEÑOR!

4. La muerte me envolvió con sus lazos; y torrentes de maldad se lanzaron poderosos contra mí.

5. El sepulcro me enredó en sus lazos; la misma muerte me clavó su mirada. Atrapado e indefenso, luchaba yo contra las cuerdas que me arrastraban hacia la muerte.

6. En mi angustia clamé al SEÑOR pidiendo ayuda. Y él me escuchó desde su templo; mi clamor llegó a sus oídos.

7. Entonces la tierra tembló y se estremeció, y los cimientos de las montañas se sacudieron y temblaron. ¡Cómo se estremecieron cuando ardió su ira!

8. Humo le salió de la nariz. Espantosas llamas salieron de su boca; lanzaba carbones encendidos.

9. Él abrió los cielos y descendió; bajo sus pies había densas tinieblas.

Salmos 18