Rut 2:5-21 Nueva Biblia al Día (NBD)

5. preguntó al capataz:—¿Quién es esa muchacha que está allí?

6. El capataz le dijo:—Es la joven moabita que volvió con Noemí.

7. Me pidió permiso esta mañana para recoger las gavillas que se les caían a los segadores, y ha estado recogiéndolas desde entonces, salvo unos pocos minutos que estuvo descansando a la sombra.

8. Booz se dirigió a ella y le dijo:—Escucha, hija mía. Quédate aquí para espigar. No vayas a otros campos.

9. Sigue detrás de mis segadoras. Yo les he dicho a los hombres que no te molesten; y cuando tengas sed, bebe del agua que sacan los criados.

10. Ella le dio gracias de todo corazón:—¿Cómo puedes ser tan bondadoso conmigo? —preguntó—. Tú sabes que yo tan sólo soy una extranjera.

11. —Sí —replicó Booz—, pero sé también de todo el amor y bondad que has mostrado a tu suegra desde la muerte de tu marido, y cómo has dejado a tu padre y a tu madre en tu tierra y has venido a vivir entre nosotros como extranjera.

12. Que el Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te bendiga por ello.

13. —Gracias, señor —contestó ella—, tú has sido bondadoso conmigo, aunque ni siquiera soy una de tus trabajadoras.

14. A la hora de la comida, Booz la llamó:—Ven y come con nosotros.Ella se sentó con los segadores y él le sirvió comida, más de la que podía comer.

15. Y cuando volvió al trabajo nuevamente, Booz les dijo a sus hombres que la dejaran espigar entre las gavillas sin prohibírselo,

16. y que dejaran caer espigas con el propósito de que ella las recogiera, y no la reprendieran.

17. Ella trabajó allí todo el día, y en la tarde, después de desgranar la cebada que había espigado la midió, y eran como veinticuatro litros.

18. Se los llevó a la ciudad y se los dio a su suegra, juntamente con la comida que había sobrado.

19. —¿Cómo pudiste sacar tanto? —exclamó Noemí—. ¿Dónde has estado espigando hoy? Gracias a Dios por la persona que ha sido tan bondadosa contigo.Rut le contó a su suegra todo lo ocurrido y le dijo que el nombre del propietario del campo era Booz.

20. —¡Que Dios lo bendiga! Dios ha seguido mostrándonos su misericordia a nosotras y también a tu marido muerto —exclamó Noemí muy emocionada—. Ese hombre es uno de nuestros parientes más cercanos. Él tiene la obligación de ayudarnos.

21. —Me dijo que regresara y espigara muy cerca de las segadoras hasta que haya terminado la cosecha de todo el campo —añadió Rut.

Rut 2