32. ¿Y por qué no? Porque los israelitas trataron de salvarse haciendo buenas obras, como si eso fuera posible, y no confiando en Dios. Por eso, dieron contra la gran piedra de tropiezo.
33. Así está escrito:“He puesto en Sión una piedra y muchos tropezarán con ella.Mas los que crean en ella jamás se arrepentirán de haberlo hecho."