Romanos 7:1-5 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. ¿Es que no comprenden todavía, mis hermanos conocedores de la ley, que cuando una persona muere, la ley pierde todo su poder sobre ella?

2. Por ejemplo, cuando una mujer se casa, la ley la ata al esposo mientras éste viva. Pero si el esposo muere, ella deja de estar atada a la ley que la unía a su esposo.

3. Si desea casarse de nuevo, puede hacerlo pues está libre de la ley y no es adúltera. Esto sería incorrecto si el esposo viviera; entonces sí sería una adultera.

4. Así sucede también con ustedes, hermanos míos: por estar unidos a Cristo, están muertos para la ley. Y esto, a fin de que ahora estén unidos a aquel que resucitó de entre los muertos, para producir buenos frutos para Dios.

5. Cuando vivíamos de acuerdo con nuestra naturaleza pecaminosa, los deseos pecaminosos actuaban en nosotros, estimulados por la ley. Lo que producían en nosotros era muerte.

Romanos 7