1. Hijo mío no olvides nunca mis enseñanzas. Guarda mis mandamientos en tu corazón,
2. porque ellos te darán una larga vida y te traerán felicidad.
3. No te apartes nunca del amor y la verdad; llévalos atados a tu cuello como si fueran un collar y escríbelos en lo profundo de tu corazón.
4. Entonces contarás con la buena opinión de la gente y del favor de Dios.