11. El que ama el corazón sincero y la gracia al hablar es amigo del rey.
12. El SEÑOR vigila cuidadosamente al sabio, pero desbarata las palabras del mentiroso.
13. Al perezoso no le faltan excusas: «¡Hay un león allá afuera! —dice— ¡Me matarán en la calle si salgo!»
14. La boca de la mujer adúltera es como un pozo profundo; en él caerán los que han hecho enfurecer al SEÑOR.
15. La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.
16. El que enriquece oprimiendo al pobre y dando regalos a los ricos, terminará en la pobreza.
17. Escucha las palabras del sabio; aplica tu corazón a mi enseñanza.