1. El pueblo de Israel siguió su viaje hacia las llanuras de Moab y acampó al oriente del río Jordán, frente a Jericó.
10. —Ellos han venido de parte del rey Balac de Moab —le explicó—.
11. El rey dice que un pueblo enorme ha venido de Egipto y ha llegado hasta sus fronteras. Quiere que yo vaya inmediatamente y los maldiga. Tiene la esperanza de que pueda vencerlos en la batalla si yo voy con ellos y maldigo a los invasores.
12. —No lo hagas —le dijo el SEÑOR—. No debes maldecirlos, porque ellos tienen mi bendición.
13. Al día siguiente Balán les dijo a los hombres:—Váyanse, el SEÑOR no me deja ir con ustedes.
14. Los embajadores del rey Balac regresaron e informaron al rey de la negativa de Balán.
15. Pero Balac insistió. Envió un número mayor y más distinguido de embajadores.
16-17. Estos se presentaron ante Balán y le dieron el siguiente mensaje:—El rey Balac te ruega que vayas. Promete darte grandes honores y cualquier cantidad de dinero que pidas. Ven de inmediato, y maldice a ese pueblo.