8. y el SEÑOR nos ama. Él hará que entremos sanos y salvos en la tierra y nos la entregará. Es una tierra muy fértil, una tierra de la que verdaderamente fluye leche y miel.
9. No se rebelen contra el SEÑOR y no teman al pueblo que habita en aquella tierra. Los venceremos fácilmente. El SEÑOR está con nosotros y se ha apartado de ellos. No teman.
10. Como respuesta, todo el pueblo se dispuso apedrearlos. Pero la gloria del SEÑOR apareció ante ellos,
11. y el SEÑOR le dijo a Moisés:—¿Hasta cuando me despreciará este pueblo? ¿Es que nunca me creerán aun después de todos los milagros que he hecho entre ellos?
12. Los desheredaré y los destruiré con una plaga, y de ti haré una nación mucho más poderosa que ellos.