20. »Enviaste tu generoso espíritu para que les enseñara, y no dejaste de darles pan del cielo o agua para la sed.
21. Durante cuarenta años los sustentaste en el desierto, ¡y nada les faltó! Sus vestidos no se envejecieron y sus pies no se les hincharon.
22. »Luego les ayudaste a conquistar grandes reinos y a vencer a muchas naciones, y les repartiste aquella tierra. Y entraron en posesión de las tierras de Sijón, rey de Hesbón, y de Og, rey de Basán.
23. Tú hiciste que el pueblo israelita se multiplicara como las estrellas del cielo, y los hiciste entrar en la tierra que habías prometido a sus antepasados.