1. Cuatro meses después, un día de abril, yo estaba sirviendo el vino al rey; y él me preguntó:—¿Por qué estás tan triste? ¿No estarás enfermo? Tu cara revela que tienes alguna preocupación.Hasta entonces yo siempre me había mostrado alegre delante de él. Sentí un gran temor,
10. Pero cuando Sambalat el horonita, y Tobías el funcionario amonita, oyeron que había alguien interesado en ayudar a los israelitas, se enojaron mucho.
11-12. Tres días después de mi llegada a Jerusalén, me levanté durante la noche y salí acompañado de unos cuantos hombres. Yo no le había contado a nadie los planes que Dios había puesto en mi corazón acerca de Jerusalén. Yo iba montado en mi burro y mis acompañantes iban a pie.
13. Salimos por la puerta del Valle rumbo a la fuente del Dragón y luego a la puerta del Basurero. Inspeccioné las murallas que habían sido destruidas y las puertas que habían sido quemadas.
14-15. Seguimos hasta la puerta de la Fuente y al estanque del Rey, pero mi burro no pudo pasar a través de las ruinas. Entonces, todavía de noche, subí por el arroyo e inspeccioné la muralla; luego volví a entrar por la puerta del Valle.