9. Escuchen esto, líderes de Israel, que odian la justicia y tuercen las intenciones y las obras justas,
10. que llenan a Jerusalén, que es la ciudad del monte Sión, de crímenes y actos injustos.
11. Los jueces son corruptos, pues reciben dinero para juzgar a favor de los ricos; los sacerdotes enseñan sólo si se les paga, y los falsos profetas le ponen precio a sus mensajes. Y como si esto fuera poco, mal usan el nombre del SEÑOR, diciendo: «¡El SEÑOR está entre nosotros! ¡Ningún mal nos puede acontecer!»
12. Por eso, por culpa de ustedes, profetas falsos, Jerusalén será arada como si fuera un potrero y se convertirá en un montón de ruinas, y la montaña donde se asienta el templo se llenará de maleza como cualquier ruina abandonada.