5. Cuando Jesús llegó a Capernaúm, un capitán del ejército romano se le acercó y le rogó
6. que sanara a un sirviente que estaba en cama paralítico y que sufría mucho.
7. Le respondió Jesús:—Iré a sanarlo.
8. —Señor —le dijo entonces el capitán—, no soy digno de que vayas a mi casa. Desde aquí mismo puedes ordenar que se sane mi criado y se sanará.
9. Lo sé, porque estoy acostumbrado a obedecer las órdenes de mis superiores; además, si yo le digo a alguno de mis soldados que vaya a algún lugar, va; y si le digo que venga, viene; y si le digo a mi esclavo que haga esto o aquello, lo hace.