22. »El que había recibido los veinte mil presentó su informe:—Señor, me diste veinte mil pesos y aquí tienes cuarenta mil.
23. “¡Estupendo!”, —le respondió el jefe—. “Eres un siervo bueno y fiel. Y ya que has sido fiel con lo poco que deposité en tus manos, te voy a confiar ahora una cantidad mayor. Ven, entra, celebremos tu éxito”.
24-25. »Cuando el que había recibido los diez mil pesos se presentó ante el jefe, le dijo: “Señor, como sabía que eres tan duro que te quedarías con cualquier utilidad que yo obtuviera, escondí el dinero. Aquí tienes hasta el último centavo que me diste”.
26. “¡Malvado! ¡Haragán! Si sabías que quería obtener utilidades,
27. por lo menos debías haber puesto el dinero en el banco para que ganara intereses.
28. Quítenle ese dinero y dénselo al que tiene los cien mil pesos,
29. porque el que sabe usar bien lo que recibe, recibirá más y tendrá abundancia; pero al que es infiel se le quitará aun lo poco que tiene.
30. Echen a este siervo inútil en las tinieblas de afuera. Allí será el llorar y el crujir de dientes”.
31. »Cuando yo, el Hijo del hombre, venga en todo mi esplendor junto con los ángeles, me sentaré en mi trono de gloria
32. y las naciones se reunirán delante de mí. Y las separaré como el pastor separa las ovejas de los cabritos.