8. Cuando Jesús pasaba, algunos de entre el gentío tendían sus mantos a lo largo del camino, otros cortaban ramas de los árboles y las tendían delante de él.
9. Y delante y detrás del cortejo, el pueblo lo aclamaba:—¡Viva el Hijo del rey David! ¡Alábenlo! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Gloria a Dios!
10. Cuando entraron a Jerusalén, toda la ciudad se conmovió.—¿Quién será éste? —preguntaban.
11. —Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea.
12. Jesús se dirigió al templo y echó fuera a los que allí vendían y compraban, y volcó las mesas de los que cambiaban dinero y las sillas de los que vendían palomas. Y dijo:
13. —Las Escrituras afirman que el templo de Dios es casa de oración, pero ustedes lo han convertido en cueva de ladrones.