1. »El reino de los cielos es también semejante al dueño de una finca que sale por la mañana a contratar obreros para recoger la cosecha.
2. Conviene con ellos en pagarles un denario al día, que es el salario normal, y los pone a trabajar.
3. Un par de horas más tarde, al pasar por la plaza y ver a varios hombres que andan en busca de trabajo,
4. los envía al campo con la promesa de que les pagará lo que sea justo al final de la jornada.
5. »Al mediodía y a las tres de la tarde hace lo mismo.
6. »A las cinco de la tarde se encuentra en el pueblo a otros desocupados y les pregunta: “¿Por qué no están trabajando?”
7. “Porque nadie nos ha contratado”, le responden. “Pues váyanse a trabajar a mi finca, y les pagaré lo que sea justo”.
8. »Por la noche, el pagador fue llamando a cada uno de los obreros para pagarles, comenzando por los últimos que habían contratado.
14-15. Pues tómalo y vete. Y porque quiero pagarle a todos los trabajadores lo mismo, ¡no me vengas ahora con que es injusto que yo haga con mi dinero lo que me plazca! Por tanto, no tienes razón para enojarte”.