15. porque tienen el corazón endurecido, no oyen bien y tienen los ojos cerrados. Por lo tanto, no verán ni oirán ni entenderán ni se convertirán ni dejarán que yo los sane”.
16. »¡Dichosos los ojos de ustedes, porque ven! ¡Dichosos los oídos de ustedes, porque oyen!
17. Muchos profetas y muchos hombres justos anhelaron ver lo que ustedes están viendo y oír lo que están oyendo; pero no lo lograron.
18. Y ahora les voy a explicar el simbolismo del sembrador.