7. Les digo que lo mismo pasa en el cielo: hay más alegría por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
8. »Supongamos también que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No encendería la lámpara y barrería la casa buscando con cuidado hasta encontrarla?
9. Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: “Alégrense conmigo porque ya encontré la moneda que había perdido”.
10. Les digo que de la misma manera se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente».
11. Jesús continuó y les dijo: «Un hombre tenía dos hijos.
12. Un día, el menor le dijo a su padre: “Papá, dame la parte que me toca de la herencia”. Entonces el padre repartió sus bienes entre los dos.