2-3. Gedeón respondió:—Dios permitió que ustedes capturaran a Oreb y Zeeb, los generales del ejército de Madián. ¿Qué he hecho yo en comparación con eso? Las acciones de ustedes al final de la batalla fueron más importantes que las nuestras al comienzo.Entonces ellos se calmaron.
18. Luego les preguntó al rey Zeba y al rey Zalmuna:—¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en Tabor?Ellos respondieron:—Estaban vestidos como ustedes, como hijos de reyes.
19. —¡Deben de haber sido mis hermanos! —exclamó Gedeón—. Juro que si ustedes no los hubieran matado, yo tampoco los mataría a ustedes.
20. Volviéndose a Jeter su hijo mayor, le dio orden de matarlos. El muchacho, que era casi un niño, tuvo miedo.
21. Zeba y Zalmuna le dijeron a Gedeón:—Hazlo tú mismo; preferimos que nos mate un hombre.Entonces Gedeón los mató y sacó los adornos de los cuellos de sus camellos.
22. Más tarde los hombres de Israel le dijeron a Gedeón:—Sé nuestro rey. Tú, tus descendientes y todos tus hijos reinen sobre nosotros, por cuanto nos has salvado de Madián.
23. Pero Gedeón replicó:—No seré su rey, ni tampoco lo será mi hijo. Jehová es nuestro rey.