37. pruébamelo de esta manera: pondré un vellón sobre el campo esta noche, y si mañana en la mañana el vellón está húmedo y la tierra está seca, sabré que tú me ayudarás.
38. Y ocurrió exactamente de esa manera. Cuando se levantó a la mañana siguiente, exprimió el vellón y sacó un tazón lleno de agua del rocío.
39. Pero Gedeón le dijo a Jehová:—Señor, no te enojes conmigo, pero permíteme hacer una prueba más. Esta es: que el vellón quede seco y que la tierra amanezca mojada.
40. Entonces Jehová hizo lo que le pidió. Aquella noche el vellón permaneció seco, pero la tierra amaneció cubierta de rocío.