Juan 8:9-13 Nueva Biblia al Día (NBD)

9. Al oír esto, los más viejos comenzaron a irse, y luego poco a poco los demás también se fueron. Sólo la mujer seguía allí y Jesús se quedó solo con ella.

10. Entonces él se enderezó y le preguntó:—Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?

11. Ella dijo:—Nadie, Señor.—Yo tampoco te condeno. Vete y no vuelvas a pecar.

12. Jesús, una vez más le habló a la gente diciendo:—Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, porque tendrá la luz de la vida.

13. Los fariseos le dijeron:—Tú eres tu propio testigo y por eso tu testimonio no es válido.

Juan 8