28. Después de decir esto, Marta regresó a la casa y llamó a su hermana María. Le dijo en secreto:—El Maestro está aquí y te llama.
29. Sin perder tiempo, María se levantó y fue a verlo.
30. Jesús todavía estaba fuera del pueblo, en el lugar donde Marta se había encontrado con él.
31. Los judíos que estaban en la casa consolando a María, al ver que se levantaba y salía de prisa, la siguieron. Ellos pensaban que iba al sepulcro a llorar.
32. Cuando María llegó a donde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies y le dijo:—Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.