8. Juan no era la luz; él sólo vino a guiar a todos hacia la luz.
9. La luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, ya estaba por llegar a este mundo.
10. El que es la luz estaba en el mundo, y Dios creó el mundo por medio de él, pero el mundo no lo reconoció.
11. Vino a este mundo, que es suyo, y los suyos no lo recibieron.
12. Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en él, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
13. Los hijos de Dios no nacen de la sangre, ni por deseos naturales o por voluntad humana, sino que nacen de Dios.