1. Después de la muerte de Moisés, el siervo de Jehová, Dios habló al ayudante de Moisés, Josué, hijo de Nun, y le dijo:
2. —Ahora que Moisés mi siervo ha muerto, tú conduce a mi pueblo a través del río Jordán y hazlo entrar en la tierra prometida.
3. A ti te digo lo mismo que le dije a Moisés: yo les daré toda la tierra que conquistes para Israel:
4. desde el desierto de Neguev en el sur hasta las montañas del Líbano en el norte, y desde el mar Mediterráneo en el occidente hasta el río Éufrates en el oriente, incluyendo toda la tierra de los heteos.
17-18. Te obedeceremos de la misma manera que obedecimos a Moisés —le dijeron—, y quiera Jehová Dios estar contigo como estuvo con Moisés. Si alguno, no importa quién, se rebela contra tus mandatos, morirá. Solamente esfuérzate y sé valiente.