7. Han arruinado mis viñedos y desgajado las higueras. ¡Las han derribado y pelado por completo!
8. Llora, como llora desconsolada una joven novia porque han matado a su prometido.
9. Ya no hay cereales ni vino para llevar como ofrenda al templo del SEÑOR. Por eso están de luto los sacerdotes que sirven al SEÑOR, quienes ministran en su templo.