17. Hunde sus raíces en la corriente, entre las piedras.
18. Pero desaparece, ¡y nadie lo echa de menos!
19. ¡Eso es todo cuanto puede esperar! Y otros vienen a ocupar su puesto.
20. »¡Pero fíjate! Dios no rechaza al hombre bueno ni hace prosperar al malhechor.
21. Aún llenará de risa tu boca y tus labios de gritos jubilosos. Quienes te odian serán vestidos de oprobio, y los impíos serán destruidos».