5. Tengo el cuerpo cubierto de gusanos y de costras. La carne se me revienta y brota el pus.
6. »Mis días se van más veloces que una lanzadera, y sin esperanza alguna llegan a su fin.
7. Recuerda, oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad.
8. Hoy me ves, pero no será por mucho tiempo. Pronto verás mi cadáver.
9. Como la nube se disipa y desaparece, así los que perecen se esfuman para siempre
10. y no volverán jamás a su familia y su hogar: jamás volverán a aparecer.
11. »¡Ay, déjame expresar mi angustia. Que dé rienda suelta a la amargura de mi alma!