1. Respuesta de Elifaz de Temán a Job:
2. «¿Me permites una palabra? Pues, ¿cómo sería posible no hablar?
3-4. En tiempos pasados aconsejaste a más de un alma acongojada que confiara en Dios y has alentado a los débiles o vacilantes, y a quienes yacían decaídos o tentados a desesperar.
5. Pero ahora, bajo el golpe de la aflicción, desfalleces y te derrumbas.
18-19. Si Dios no puede confiar en sus propios siervos y aun a sus ángeles acusa de cometer errores, ¡cuánto más a los que habitan en casas de barro, cimentadas sobre el polvo y aplastadas como polillas!