4. Sus cabritos crecen en campo abierto, luego abandonan a sus padres para no volver más.
5. »¿Quién hace montaraces a los burros salvajes?
6. Yo los puse en el desierto y les di llanos salados en donde vivir.
7. Porque ellos detestan el ruido de la ciudad, y no quieren que los arrieros les griten.
8. En la serranía están sus pastos; allá buscan toda brizna de hierba.
9. »¿Querrá de buen grado servirte el buey salvaje? ¿Querrá quedarse junto a tu pesebre?
21-23. Golpea la tierra con su casco y se regocija en su vigor, y cuando va a la guerra no se arredra aunque las flechas y las fulgurantes espadas y jabalinas le golpeen el costado.
24. En frenética carrera devora las distancias; al toque de trompeta no es posible refrenarlo.
25. Al oír el clarín relincha: “¡Ea!” De lejos olfatea la batalla. Se alegra con el clamor de la pelea y el rugido de las órdenes del capitán.
26. »¿Sabes cómo se remonta el halcón y tiende sus alas hacia el sur?
27. ¿Es por orden tuya que el águila se eleva sobre los riscos para hacer su nido?
28. Vive sobre los riscos, y hace su casa en la fortaleza de la montaña.
29. Desde allá espía su presa; desde grandísima distancia.
30. Sus polluelos tragan sangre; ella va a dondequiera que haya muertos».