4. Entonces, sollozando, los pueblos de Israel y Judá se reunirán y buscarán al SEÑOR su Dios.
5. Preguntarán cuál es el camino a Sión y emprenderán el regreso. «Vamos», dirán, «unámonos al SEÑOR en compromiso eterno que jamás volverá a ser quebrantado».
6. Como ovejas perdidas ha sido el pueblo mío. Sus pastores lo desviaron y abandonaron luego en los montes. Los israelitas se extraviaron y no supieron cómo volver al redil.
7. Quienes los encontraban los devoraban, diciendo: «Tenemos permiso para atacarlos a nuestro antojo, porque han pecado contra el SEÑOR, el Dios de justicia, la esperanza de sus antepasados».
8. Pero ahora, escapen de Babilonia, tierra de los caldeos; lleven a mi pueblo de regreso a su patria con la misma decisión que los machos cabríos guían a sus grupos.