Jeremías 50:15-28 Nueva Biblia al Día (NBD)

15. Griten contra ella de todos los rumbos. ¡Miren! ¡Ya se rinde! ¡Sus murallas se han derrumbado! ¡Ya se cumplió la venganza del SEÑOR! ¡Hagan con ella como ella hizo con ustedes!

16. ¡Abandónenla todos los jornaleros, huyan a sus fincas conforme se acerca el enemigo!

17. Como ovejas perseguidas por los leones son los israelitas. Primero los devoró el rey de Asiria, luego Nabucodonosor, rey de Babilonia, les trituró los huesos.

18. Por eso dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Ahora castigaré al rey de Babilonia y a su país, como castigué al rey de Asiria!

19. Y traeré a Israel de regreso a su patria, para que coma en los campos del Carmelo y Basán, y vuelva a ser feliz en el monte de Efraín y en el de Galaad.

20. ¡En aquellos días, dice el SEÑOR, no se hallará pecado en Israel ni en Judá, porque yo perdonaré a los que hayan quedado, a quienes yo liberé!

21. ¡Arriba, guerreros míos, contra la tierra de Meratayin y contra el pueblo de Pecod! ¡Sí, en marcha al ataque contra Babilonia, tierra de rebeldes, tierra que yo castigaré! ¡Destrúyanlos por completo como les he mandado!

22. ¡Que se oiga en el país clamor de batalla, gritos de gran destrucción!, dice el SEÑOR.

23. Babilonia, el más poderoso martillo del mundo, está quebrada y esparcida por el suelo. ¡Derrotada entre las naciones está Babilonia!

24. ¡Ay Babilonia, te puse trampa y caíste, porque luchaste contra el SEÑOR!

25. El SEÑOR abrió su arsenal y sacó armas para hacer estallar su coraje sobre sus enemigos. El terror que cae sobre Babilonia será obra de Dios, el SEÑOR de los ejércitos.

26. ¡Sí, vengan contra ella desde tierras lejanas, irrumpan en sus graneros, derriben sus murallas y casas hasta convertirlas en un montón de ruinas y la arrasen por completo! ¡Que no quede nada en pie,

27. ni siquiera su ganado! ¡Ay de ellos también! ¡Mueran todos, porque ha llegado la hora de que Babilonia sea devastada!

28. Pero mi pueblo será librado; escaparán para regresar a su patria y contar cómo el SEÑOR Dios suyo se lanzó furioso contra quienes destruyeron su templo.

Jeremías 50