7. El enemigo viene como un león furtivo que sale furioso desde su guarida, y se encamina a la tierra de ustedes. Sus ciudades quedarán en ruinas, sin un habitante.
8. ¡Así que vístanse de luto y lloren con amargura, porque la terrible cólera del SEÑOR aún no ha terminado!
9. En aquel día, dice el SEÑOR, el rey y los príncipes temblarán de miedo, y los sacerdotes y profetas estarán horrorizados.