1. Después que fueron llevados cautivos por Nabucodonosor a Babilonia el rey Jeconías, la reina madre, los dignatarios de la corte, los jefes de las tribus y los obreros calificados, Jeremías les escribió una carta desde Jerusalén, dirigida a los consejeros judíos, a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo.
3. Envió la carta con Elasá, hijo de Safán, y con Gemarías, hijo de Jilquías, cuando ellos fueron a Babilonia como embajadores del rey Sedequías ante Nabucodonosor. Y la carta decía así:
4. «El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, envía este mensaje a todos los cautivos que ha desterrado de Jerusalén a Babilonia:
5. »Edifiquen casas y piensen en quedarse; planten viñas, porque se quedarán allí muchos años.
6. Cásense y tengan hijos e hijas, y luego búsquenles consorte y tengan muchos nietos y nietas. ¡Multiplíquense! ¡No mermen!
16-17. enviaré guerra, hambre y peste sobre el pueblo que ha quedado aquí en Jerusalén —sobre sus parientes que no fueron llevados prisioneros a Babilonia y sobre el rey que ahora ocupa el trono de David— y los haré como higos podridos, que no se pueden comer.