13. Pero a pesar de todo este castigo no se arrepentirán ni se volverán a él, al SEÑOR todopoderoso.
16. Los caudillos han llevado a su pueblo cuesta abajo hacia la ruina.
17. Por eso el Señor no se complace en sus mancebos, y no se apiada siquiera de las viudas ni de los huérfanos, pues todos son malvados, mentirosos de inmunda boca. Por eso es que aún no está satisfecha su ira y su puño está aún listo para aplastarlos a todos.
18. Él quemará toda esta maldad, estos espinos y zarzas. Y las llamas consumirán también los bosques y de sus incendios subirá una gran columna de humo.