6. «Te he llamado para que realices una obra más grande que la de restaurar a Israel y que hagas volver a los sobrevivientes de mi pueblo. ¡Yo te convertiré en luz de las naciones del mundo para que también a ellas les lleves mi salvación!
7. El SEÑOR, el Redentor y Santo de Israel dice a aquel que es despreciado, rechazado de la humanidad y que yace bajo la planta de los gobernantes del mundo: Los reyes se mantendrán reverentes cuando tú pases, los príncipes te harán profunda reverencia porque el SEÑOR te ha elegido y cumplirá lo que promete.
10. No padecerán hambre ni sed, ni el ardiente sol ni el abrasador viento del desierto los volverán a tocar, pues por su misericordia el SEÑOR los guiará junto a aguas refrescantes.
11. Y para ellos convertiré mis montes en sendas llanas, los caminos serán alzados por sobre los valles.
12. Miren, desde lejos retornará mi pueblo: desde el norte, el oeste y el sur.
13. ¡Canta jubiloso, oh cielo; clama, oh tierra; prorrumpan en canciones, oh montes; porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo y tendrá compasión de su dolor!