12. A veces bastaba poner sobre el enfermo un pañuelo o alguna prenda de Pablo para que el enfermo sanara o los demonios salieran.
13. A unos judíos que viajaban de pueblo en pueblo echando fuera demonios, se les ocurrió invocar el nombre del Señor Jesús. Y emplearon las siguientes palabras: “¡Te conjuro por Jesús, el que Pablo predica, que salgas!”
14. Los siete hijos de un tal Esceva, jefe de los sacerdotes, hicieron esto.
15. Pero el demonio les respondió:—Conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero ¿quiénes son ustedes?