Génesis 24:22-39 Nueva Biblia al Día (NBD)

22. Cuando los camellos terminaron de beber, el criado sacó un pendiente de oro, que pesaba unos seis gramos, y se lo puso a Rebeca en la nariz. También le colocó en los brazos dos brazaletes que pesaban ciento veinte gramos cada uno.

23. Luego el criado le preguntó:—¿Por favor, dígame quién es su papá? ¿Habrá lugar en casa de su padre para pasar la noche?

24. —Mi padre es Betuel, hijo de Milca, que es esposa de Najor —contestó ella—.

25. Y en nuestra casa tenemos abundante comida para los camellos, y una pieza para huéspedes.

26. El criado, entonces, se arrodilló y adoró al SEÑOR

27. con la siguiente oración:«¡Alabado sea el SEÑOR, Dios de mi amo Abraham, pues siempre ha sido tan bueno y leal con él! ¡Gracias por haberme guiado directamente a los familiares de mi amo!»

28. La muchacha corrió hasta la casa para contarle estas cosas a su familia.

29-30. Rebeca tenía un hermano llamado Labán. Cuando éste escuchó todo lo que la muchacha les contó, y además vio el pendiente y los brazaletes que llevaba puestos, salió corriendo hacia el pozo, donde todavía estaba el hombre de pie junto a los camellos.

31. Al verlo, le dijo:—¡Venga, usted, bendito del SEÑOR, y quédese con nosotros! No tiene por qué quedarse aquí afuera. ¡Ya le he preparado un lugar para usted. También hay sitio para los camellos!

32. El criado siguió a Labán a la casa. Luego, Labán les llevó agua, para que el criado y sus acompañantes se lavaran los pies. También les quitó a los camellos las cargas que llevaban y les dio suficiente comida.

33. Cuando les sirvieron la comida, el criado de Abraham dijo:—No quiero comer nada hasta haberles dicho por qué estoy aquí.—Muy bien —dijo Labán—, danos tu mensaje.

34. —Soy siervo de Abraham —explicó—.

35. El SEÑOR ha colmado de bendiciones a mi amo, de modo que él es considerado un gran hombre entre la gente de la tierra donde vive. Dios le ha dado grandes rebaños de ovejas y de vacas, además le ha dado una gran fortuna en plata y oro, y muchos esclavos y esclavas, camellos y burros.

36. Como si esto fuera poco, Sara, la esposa de mi amo, siendo ya muy anciana, le dio un hijo a mi amo. A ese hijo mi amo le ha dado todo lo que posee.

37-38. Y mi amo hizo que yo le prometiera que no dejaría que Isaac se casara con una de las mujeres de Canaán, que es la tierra donde él vive. Por eso, me pidió que viniera a esta lejana tierra, para buscar entre sus familiares una esposa para su hijo.

39. Yo le pregunté: «¿Y si no puedo encontrar una muchacha que quiera venir?» Él me respondió:

Génesis 24