2. y les dijo:—Señores, vengan a mi casa para que se laven los pies y duerman. Mañana temprano podrán continuar el viaje.—No, gracias —dijeron ellos—. Pasaremos la noche en la plaza.
3. Pero Lot insistió tanto, que ellos le aceptaron la invitación y se fueron con él a la casa. Allí él les sirvió una buena cena con pan sin levadura, recién horneado.
4. Todavía no se habían acostado, cuando todos los hombres de Sodoma, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa.
5. Entonces llamaron a Lot y le dijeron:—¿Dónde están los hombres que han venido a quedarse en tu casa? ¡Sácalos, pues queremos tener relaciones sexuales con ellos!
6. Lot salió a hablar con ellos y, después de cerrar la puerta,
7. les dijo:—Por favor, amigos míos, no vayan a cometer semejante maldad.
8. Miren, tengo dos hijas vírgenes. Se las daré para que hagan con ellas lo que bien les parezca, pero no les hagan nada a estos hombres, pues yo los invité a quedarse esta noche en mi casa.
9. —¡Quítate de en medio! —le respondieron—. ¿Con qué derecho nos vas a ordenar lo que debemos hacer? ¡No olvides que eres un extranjero! ¡Ahora te trataremos peor que a ellos!Así que comenzaron a maltratar a Lot, y se acercaron a la puerta para echarla abajo.
18-19. Pero Lot les dijo:—Por favor, señores míos, ya que han sido tan buenos y misericordiosos conmigo al salvarme la vida, yo les ruego que no me envíen a las montañas, ya que me da miedo que la destrucción me alcance en el camino, y muera.
20. Más bien déjenme ir a aquella pequeña ciudad que está más cerca de aquí, para salvar mi vida. En realidad es una ciudad muy pequeña.
21-22. —Muy bien —dijo uno de los ángeles—. Acepto tu súplica y no destruiré esa pequeña ciudad. Pero ¡date prisa! porque nada podemos hacer hasta que te hayas refugiado en ella.Desde aquel tiempo esa ciudad fue llamada Zoar (ciudad pequeña).
23. Salía el sol cuando Lot llegó a Zoar.
24. Entonces el SEÑOR hizo que desde el cielo lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra.
25. De este modo destruyó completamente esas ciudades, junto con todos sus habitantes. También acabó con toda la vegetación que había en esa llanura.
26. Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y quedó convertida en una estatua de sal.
27. Aquella mañana, Abraham se levantó temprano y regresó al lugar donde había estado conversando con el SEÑOR.
28. Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que del suelo salía humo, como el humo que sale de un horno.
29. Fue así como Dios destruyó esas ciudades de la llanura donde Lot había vivido. Pero Dios se acordó de Abraham y, por eso, libró a Lot de perecer en aquella catástrofe.
30. Después Lot, por miedo a la gente de Zoar, dejó la ciudad, junto con sus dos hijas, y se fue a vivir a una cueva que había en la montaña.
31. Un día, la hija mayor le dijo a su hermana:—Ya nuestro padre está muy viejo y, además, no ha quedado hombre alguno en estos lugares con los que podamos casarnos, como es la costumbre.
32. Así que vamos a emborracharlo, y nos acostamos con él. De este modo lograremos que nuestro padre tenga descendientes.