1. Ya estaba oscureciendo cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad. Cuando los vio, se levantó a saludarlos, inclinándose delante de ellos en señal de respeto,
2. y les dijo:—Señores, vengan a mi casa para que se laven los pies y duerman. Mañana temprano podrán continuar el viaje.—No, gracias —dijeron ellos—. Pasaremos la noche en la plaza.
3. Pero Lot insistió tanto, que ellos le aceptaron la invitación y se fueron con él a la casa. Allí él les sirvió una buena cena con pan sin levadura, recién horneado.
4. Todavía no se habían acostado, cuando todos los hombres de Sodoma, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa.
5. Entonces llamaron a Lot y le dijeron:—¿Dónde están los hombres que han venido a quedarse en tu casa? ¡Sácalos, pues queremos tener relaciones sexuales con ellos!
6. Lot salió a hablar con ellos y, después de cerrar la puerta,
18-19. Pero Lot les dijo:—Por favor, señores míos, ya que han sido tan buenos y misericordiosos conmigo al salvarme la vida, yo les ruego que no me envíen a las montañas, ya que me da miedo que la destrucción me alcance en el camino, y muera.
21-22. —Muy bien —dijo uno de los ángeles—. Acepto tu súplica y no destruiré esa pequeña ciudad. Pero ¡date prisa! porque nada podemos hacer hasta que te hayas refugiado en ella.Desde aquel tiempo esa ciudad fue llamada Zoar (ciudad pequeña).