7. ¡un poderoso ejército enemigo, el terror de las naciones, repentinamente desenvainará sus espadas contra tu maravillosa sabiduría y echará por tierra tu esplendor!
8. Ellos te llevarán al sepulcro sufriendo la muerte de los náufragos.
9. En aquel entonces ¿te jactarás como si fueras un dios? ¡Por lo menos para esos invasores no serás ningún dios, sino meramente un hombre! ¡Las heridas que te hagan las espadas te lo mostrarán con toda claridad!
10. Morirás como cualquier criminal a manos de extranjeros, porque yo lo he decidido, dice el SEÑOR Dios».