12. Y les determiné el sábado, un día de descanso cada semana, como un señal entre ellos y yo, para recordarles que soy yo el SEÑOR, quien los aparta en exclusividad para mí, y que ellos verdaderamente son mi pueblo elegido.
13. »Pero Israel se rebeló contra mí, allí en el desierto rechazaron mis instrucciones. No quisieron obedecer mis reglas, aunque el obedecerlas significara vivir con seguridad y por largo tiempo. Y tampoco respetaron los días sábados. Entonces pensé: “Descargaré mi cólera sobre ellos y los haré morir en el desierto”.
14. »Pero de nuevo me contuve para poder proteger la fama de mi nombre, para que las naciones que me vieron sacarlos de Egipto no dijeran que los había destruido porque no los podía cuidar.
15. Pero yo les aseguré en el desierto que no los traería a la tierra que yo les había dado, una tierra tan pródiga que parece que de ella fluyen leche y miel, el sitio más próspero del mundo,
16. porque ellos se burlaron de mis instrucciones, ignoraron mis deseos y echaron al olvido el respetar los sábados. ¡Sus corazones estaban embotados con sus ídolos!
17. Sin embargo, los perdoné, los vi con compasión y no los exterminé en el desierto.
18. »Entonces hablé a sus hijos y les dije: No sigan las pisadas de sus padres, no echen a perder su relación conmigo por rendir homenaje a sus ídolos,
19. pues yo soy el SEÑOR, Dios de ustedes. Sigan mis instrucciones, cumplan con nuestro convenio,
20. recuerden que los sábados deben estar dedicados a mí, pues ellos son una señal del convenio entre nosotros, para ayudarlos a recordar que yo soy el SEÑOR su Dios.
21. »Pero sus hijos también se rebelaron contra mí. Ellos rechazaron mis instrucciones, los mandamientos que, de ser obedecidos, aseguran para ustedes una vida larga y próspera. Pero no, se comportaron los sábados como cualquier otro día. Así, pues, dije: ¡Ahora por fin descargaré mi cólera sobre ustedes en el desierto!
22. »Sin embargo, de nuevo yo retuve mi castigo planeado contra ellos para proteger la fama de mi nombre entre las naciones que habían visto mi poder al sacarlos de Egipto.
23-24. Pero hice un solemne juramento contra ellos mientras estaban en el desierto, de que los esparciría, haciéndolos marchar a los lugares más alejados de la tierra porque ellos no obedecieron mis instrucciones sino que las despreciaron y tuvieron en nada los sábados y amaron los ídolos de sus padres.
25. Les permití adoptar costumbres y leyes que no tenían valor. Al dejarse guiar por ellas no podrían lograr una vida larga y próspera, como era mi deseo.
26. Esperando que ellos retrocederían con horror, y sabrían que sólo yo soy el SEÑOR, les permití contaminarse con los mismos dones que yo les había dado. ¡Hasta llegaron a quemar a sus primogénitos como ofrendas a sus dioses!
27-28. »Hombre mortal, comunícales que el SEÑOR dice: Sus antepasados continuaron blasfemando y traicionándome cuando yo los traje a la tierra que yo les había prometido, pues ofrecieron a sus ídolos homenajes y perfumes agradable en cada colina alta y debajo de cada árbol. Provocaron mi cólera al ofrecer sus sacrificios rituales a esos «dioses». ¡Trajeron sus perfumes e incienso y derramaron sus bebidas especiales en honor a ellos!
29. Yo les dije: «¿Qué es ese lugar de sacrificio a donde van?» Y por eso le llaman «El lugar de sacrificio»; así es como obtuvo su nombre.
30. »El SEÑOR Dios quiere saber si ustedes se van a contaminar tal como lo hicieron sus antepasados, si seguirán ofreciendo homenajes a sus ídolos.