24. El faraón llamó a Moisés y le dijo:—Vayan y adoren al SEÑOR, pero dejen sus ovejas y sus vacas aquí. Pueden llevarse a sus hijos con ustedes.
25. —No —respondió Moisés—, debemos llevar nuestras ovejas y vacas para presentar ofrendas y holocaustos a nuestro Dios.
26. Ni una pezuña se quedará aquí, porque debemos llevar sacrificios al SEÑOR nuestro Dios, y sólo cuando lleguemos allá, él nos dirá cuáles animales tendremos que ofrecerle.
27. Pero el SEÑOR endureció el corazón del faraón, y éste no los dejó salir.
28. —¡Sal de aquí y no vuelvas a venir a mi presencia! ¡El día que lo hagas, morirás! —le gritó el faraón a Moisés.