12. El Dios que ha escogido la ciudad de Jerusalén destruirá a cualquier nación que altere este mandamiento y destruya este templo.Yo, Darío, he promulgado este decreto. Por lo tanto, debe cumplirse con toda diligencia.
13. Por eso, el gobernador Tatenay, Setar Bosnay y sus compañeros cumplieron inmediatamente el mandato del rey Darío.
14. Así que los jefes de los judíos continuaron su trabajo y terminaron la reconstrucción, de acuerdo con la palabra de Dios dada por medio de los profetas Hageo y Zacarías hijo de Idó. Gracias al mandato de Dios y a los decretos de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia, los judíos pudieron terminar la reconstrucción.
15. El templo fue terminado el día tres del mes de Adar, en el sexto año del reinado del rey Darío,
16. y fue entonces dedicado con gran gozo por los sacerdotes, los levitas y todos los que habían regresado del cautiverio.
17. Durante la celebración de la dedicación se ofrecieron en sacrificio cien becerros, doscientos carneros, y cuatrocientos corderos. Además, como ofrenda por el pecado, se ofrecieron doce chivos, uno por cada una de las tribus de Israel.
18. Los sacerdotes y levitas fueron instalados en sus diversos cargos, para hacer la obra de Dios, tal como está establecido en las leyes de Moisés.