Eclesiastés 5:1-13-14 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Cuando entres en la casa de Dios, ten abiertos los oídos y cerrada la boca. No seas como el necio que ni siquiera reconoce que es pecado hacerle a Dios promesas temerarias, pues él está en el cielo y tú aquí abajo en la tierra; sean, pues, pocas tus palabras. Así como el exceso de ocupaciones produce pesadillas, la necedad te convierte en un necio que dice tonterías.

10. El que ama el dinero jamás se saciará. ¡Qué locura pensar que el dinero produce felicidad!

11. Cuanto más se tiene, más se gasta, hasta el límite de los ingresos. Entonces, ¿qué ventaja da la riqueza; como no sea verla escaparse por entre los dedos?

12. El que trabaja arduamente duerme tranquilo, coma poco o mucho; pero el rico padece de preocupaciones e insomnio.

13-14. Otro grave problema he observado por doquier: se invierten los ahorros en negocios arriesgados que fracasan, y pronto no queda nada para dejar a los hijos.

Eclesiastés 5